Ya nadie quiere a Elon

05/03/2025 - 10:30:00 por Fabio Baccaglioni - 689 - 10 - En Mundo

Imaginen ser el tipo que fundó el primer sistema de pagos por internet, crear el auto eléctrico que revolucionó a la industria, el mismo que logró crear una constelación de satélites para brindar Internet barato y de alta velocidad en todo el globo, cohetes reusables como nadie en la NASA creía posible, tener planes para ir a Marte y... al mismo tiempo ser el tipo más detestado por mitad del planeta.

¿Cómo se puede cagarla tanto? Un ejemplo del resultado de la irregularidad mental y sociopática de Elon Musk es el estado de las ventas de Tesla en la actualidad, en Europa cayendo tan fuerte que, de mantenerse la tendencia, derivará en un problema mayúsculo para Tesla ¿Tiene sentido todo esto? ¿Se lo hizo él solo? 

El problema de que una empresa lleve la cara de una persona es que lo que haga o diga esa persona significa todo para la compañía.

Primero que nada quiero aclarar que el saludo nazi de Elon ni siquiera me parece un tema relevante, no creo que el tipo en su mente tuviera la idea de hacer un Sieg Heil! nazi, aunque así se vio y todos nos reímos bastante con lo patético que fue. Sí es cierto que ahora todos los verdaderos nazis están aprovechándose de la movida 😁 así que lo hace responsable de eso, qué decirles 🤷

Lo cierto es que la imagen negativa de Elon Musk proviene de mucho tiempo atrás y fue acumulándose hasta estallar en eso, no faltan los sobreactuadores que lloran indignación por el gesto, pero la realidad es que estaban buscando una excusa sencilla para expresar lo que sentían hace tiempo: desprecio por el personaje.

Hace un par de años, casi tres, escribí justamente sobre lo que estaba pasando en ese momento con Musk. El 2022 fue un año importante en su transformación en un imbécil global, y, creí en ese momento y sostengo ahora, todo tuvo que ver con la compra de Twitter y la adicción a la atención que le provocó ser el dueño de dicha plataforma

Musk encontró en su nuevo juguete una herramienta para radicalizar a quien fuera tanto a favor como en contra y notó lo que ya toda la historia de la comunciación sabe hace siglos: radicalizar siempre es más fuerte que apaciguar y razonar.

Usó esa herramienta para sus fines políticos, que nada tienen que ver con socialismo ni capitalismo, no, él lo que quiere es feudalismo ya que, como todos los Tech Bros, se considera un moderno aristócrata. 

Controlar la narrativa y volverse adicto al feedback positivo lo llevó a tergiversar su propia realidad, en Argentina diríamos que escribe su propio diario de Yrigoyen, cada día amplifica las narrativas que le afirman sus actos como si fuesen buenos, bloquea de la vista de millones cualquier crítica, reescribe la realidad a su antojo en una red social que, si bien es bastante virulenta, es de las menos usadas (aunque él insista con lo contrario).

Todo eso, aunque él crea que no, provoca algún tipo de reacción y era obvio que tarde o temprano tendría un costo que, como es un genio-estúpido y negacionista de su propia realidad, no fue capaz de medir.

El idiota y las ventas

¿Se acuerdan cuando se fumó un porro en público y eso le costó ser CEO de sus compañías por un tiempo? Elon Musk sufre de algo que casi todo Tech Bro sufre, creerse impunes y con un cheque en blanco ilimitado.

Como expresé en mi primer párrafo, estamos hablando de un tipo que ha logrado en su vida más que la mayoría de los mortales, eso lo ubica en un ranking muy especial y merecido, no podemos hablar de él como un mero estúpido.

Sin embargo sus genialidades en ciertos frentes contrastan con lo idiota que es en otros, nadie es perfecto.

Un ejemplo de esto es la paradoja de su clientela principal.

¿Quién se compraba hasta hace poco un Tesla? El progre cuya preocupación es el cambio climático y tiene mucho dinero como para pagar el cuádruple por un auto eléctrico.

¿Quién fue el foco de sus ataques a partir de adquirir Twitter? Su clientela.

Podríamos decir que en algún punto un empresario busca hacer un cambio radical de clientela y pasar del progre millonario al pobre masivo, el pobre masivo posee una capacidad neta real de compra mucho mayor, órdenes de magnitud mayor, si esta hubiese sido la idea sería para aplaudir.

Pero Tesla no vende ningún auto barato, la Cybertruck es para cabezas de termo Elonmuskianos, el único producto que tiene para los más imbéciles de sus fans, pero los compradores del Model 3 al Model S son chetos con culpa. No tiene un reemplazo inmediato.

¿Saben quien sí ofrece algo accesible y eléctrico? Los chinos. Empresas como BYD y Huawei se van a comer vivos a los Tesla porque ya lo están haciendo. En China las ventas se desmoronaron no por la verborragia del CEO, sino porque las opciones locales son muy superiores y porque los chinos aprecian lo chino más que lo yankee.

Pero ya no son sólo los chinos, las ventas chinas de eléctricos en Europa y Australia superan a las de Tesla. Los clientes, y los inversores, fuera de EEUU escapan de Tesla, todo provocado por el mismísimo Musk.

No en todas las industrias es rechazado

Notarán que hablé de Tesla como su gran debacle porque es un mercado muy específico donde la agenda climática pega fuerte, donde los MAGA no consumen eléctrico porque creen que quemar combustibles fósiles ineficientemente es su "libertad", en cambio todo esto no aplica a, por ejemplo, SpaceX.

En el ambiente espacial todos sabemos hace años que Musk es un idiota, pero uno de los más útiles y necesarios.

Gracias a sus delirios el precio por kilogramo en órbita bajó un orden de magnitud, los Falcon 9 se reutilizan mes a mes y al año logra enviar a órbita más cohetes que todas las otras naciones y empresas juntas. Chiina no puede competir, todavía, con SpaceX.

Esto deja en manifiesto que tan idiota no es para los negocios, pero, claro, este es un escenario totalmente distinto, como expliqué en mi artículo anterior SpaceX tiene su propio COO, Gwynne Shotwell, que se encarga de que todo salga bien allí sin la molestia de que todo dependa del CEO más inestable posible.

Así es que la empresa entrega, y entrega bien, Starlink, directamente asociada a SpaceX, es una de las joyas de la corona, si bien los astrónomos están que trinan (con razón) por la contaminación lumínica que afecta la fotografía espacial, desde el punto de vista de telecomunicaciones logró algo que nadie más pudo igualar todavía: una constelación funcional.

Pero lo que está sucediendo con Tesla es un aviso muy claro, Musk tiene muchos puntos débiles, es el Kanye West de la tecnología, poco a poco va cavando su propio foso.

Do not DOGE

El último paso, y el más fuerte en la demonización de su persona, es haberse transformado en un funcionario público (el presidente de Trump dicen algunos) que supuestamente está "limpiando" los gastos excesivos del estado.

Algo que era obviamente necesario, eso no lo discute nadie, el problema es el obvio conflicto de intereses que nadie estaría atendiendo aquí.

Musk es un empresario con contratos con el gobierno de los EEUU que ahora influirá en la decisión de esos contratos, una demostración total de la oligarquía que gobierna ese país desde que hace pocos días asumiera Trump.

Esto radicaliza aun más a sus detractores, es otro de los motores de la caída de ventas de Tesla, aunque parezca exagerado, porque el mercado lo ve a Musk como el titiritero de Trump y a ambos como las "putitas" de Vladimir Putin.

Es que su posición ventajera incluye apoyar al peor dictador del momento, que parece tener un control casi total no sólo sobre Trump sino sobre Musk.

Por eso pega tan fuerte en Europa, donde las consecuencias del desastre administrativo en EEUU pegarán de forma directa.

Como comenté en otro artículo, de Trump, es hora de que Europa se despierte y abandone su dependencia americana, al fin y al cabo descansaron en eso durante décadas, y una de las consecuencias iniciales serán las caídas naturales en ventas de productos norteamericanos.

Primero serán los Tesla, mañana veremos a toda la industria armamentística, luego, quién sabe, la aeroespacial está tan atrasada que nadie podrá con SpaceX por un buen tiempo.

Mientras tanto China se regodea, no existe tal choque cultural entre sus fábricas, empresas, marcas y su público, todo lo contrario, aprecian el hecho de que sean propias y que tengan mejor calidad, algo que en occidente, con tanto conflicto de intereses y visiones antagónicas, nadie puede ofrecer.