Comunicación a larga distancia en la antigüedad

29/10/2024 - 10:30:00 por Fabio Baccaglioni - 1034 - 7 - En Historia

Desde que la humanidad existe transmitir mensajes a la distancia ha sido una tarea difícil y necesaria, especialmente en el área militar y más aun en épocas donde una invasión inadvertida podía significar el exterminio total de un reino.

A caballo o a pie el mensajero podía ser capturado o simplemente perecer por cualquier situación externa ¿Cómo enviar un mensaje rápido y a distancia? Antes de que alguno piense en una paloma mensajera, hubo otros métodos más interesantes de gran tecnología por cierto, y específicamente visuales, así que dejaré de lado los telégrafos eléctricos...

En su momento ya les hablé del sistema telegráfico francés basado en semáforos y cómo un par de hermanos lo "hackearon" para obtener unas interesantes ganancias "anticipándose" a los datos de la bolsa 😁, pero ese sistema le debe mucho a otros anteriores...

El telégrafo hidráulico

Este sistema me parece fantástico, es jugar un poco con la física más elemental, y si bien su alcance en distancia es relativamente corto, la idea es aplicable sin problemas aun con baja tecnología.

El diseño fue descrito primero en Grecia por Aeneas Tacticus en el siglo IV A.C. y por el historiador Polybius en el siglo III AC y era bien simple: dos contenedores del mismo tamaño y capacidad, pero sin estar conectados entre ellos.

Cada uno a un lado de una colina, con una antorcha señalizaban cuándo empezar a cargar agua y cuándo finalizar, así pues un mensaje subía o bajaba en un flotador dependiendo de cuánta agua habían cargado. Si la sincronización era buena, la comunicación era precisa.

Experimentos modernos establecieron una tasa de comunicación de 150 palabras por hora, que es bastante si, por ejemplo, hay que dar aviso de una invasión o asedio, no es para chatear, claro.

En el siglo XIX un ingeniero británico trató de revivir la idea, pero conectando con un caño ambos recipientes, así se podía alcanzar una distancia de 1.6km a unas £200 de costo y con un vocabulario de 12.000 palabras, bastante avanzado en comparación, pero pronto el telégrafo invadiría el mercado y lo volvería inviable.

Phryctoria

También en la Grecia clásica tenemos el invento de la Phryctoria, un sistema de señalización de semáforos que también se ubicaba en colinas altas, en este caso las antorchas eran la señalización.

Se podría comparar con un sistema binarios de unos y ceros, dos ejes de valores uno a cinco, dos señalizadores, si uno tenía 3 antorchas a la izquierda y dos a la derecha era un 3-2 y con eso en la tabla de equivalencias se tenía la letra indicada.

No era muy rápido pero era bastante lógico y funcional, el único tema es que ambos operadores tenían que estar alfabetizados, je, pero eso era algo más probable en Grecia que entre sus rivales, eso sí, a diferencia del telégrafo hidráulico aquí cualquiera podía ver tus mensajes.

Las balizas bizantinas

Pasaron unos cuantos años hasta que el Imperio Bizantino tuvo que implementar un sistema para cubrir sus cientos de kilómetros de extensión con un sistema de alerta temprana.

A partir del siglo IX, cuando los árabes invadían, tuvieron que implementar unas balizas lumínicas que cubireron una increíble distancia de 720 kilómetros entre Asia Menor y Constantinopla, cada baliza ubicada entre 97km y 56km entre sí.

El sistema, diseñado por Leo el Matemático e incluía sincronización por relojes de agua en las dos "terminales", horarios específicos para cada tipo de mensaje y andaba muy bien, pero fue uno de los emperadores menos lúcidos el que dio de baja el sistema.

Resulta que al empredador Michael III, quien gobernó entre el 842 y 867, le molestaba la luz de las balizas y le interrumpían las carreras de carros en el hipódromo, así que mandó a cerrar el sistema en plena invasión árabe.

Parte del sistema fue reactivado bajo Manuel I Komnenos (1143-1180) y claramente fue una gran inspiración para JRR Tolkien y las balizas de Gondor en El Señor de los Anillos.

Señales lumínicas modernas

Y ya llegando a nuestros tiempos el código Morse, nacido para incipiente radio, empezó a ser usado con señales lumínicas.

El capitán Philip Howard Colomb de la Royal Navy empezó a usarlo oficialmente en 1867 con un sistema distinto al Morse, pero reemplazaba al tradicional de banderas ya que éste no podía usarse de noche, en cambio el lumínico sí. Luego adoptaron el código Morse y casi todas las armadas del mundo lo hicieron.

Durante la Primera Guerra Mundial los alemanes, ya que sus cables eran contínuamente cortados, adoptaron un sistema lumínico-morse llamado "Blinkgerät" para hablarse entre trincheras, con un alcance de hasta 4km en pleno día y 8km de noche, usando filtros rojos para no ser detectados.

Otro sistema fue el "heliógrafo" que se ha usado hasta hace bastante poco, portable, a luz solar y fácil de usar, con la desventaja, una vez más, de que si te ven el reflejo no sólo saben tu posición, además pueden leer el mensaje. 

Es un problema muy común en todos estos métodos que he mencionado, así que todo esto llevó a la inevitable criptografía.

El heliógrafo tiene la capacidad igualmente de mantener un haz bastante concentrado y es portable, así que lo puede llevar la tropa a cualquier lado y comunicar desde allí novedades, dependiendo de la ubicación (por la curvatura de la Tierra) puede alcanzar hasta unos 32 a 80km de distancia.