El incidente Deutschland y las comunicaciones libres

31/07/2023 - 12:45:17 por Fabio Baccaglioni - 1668 - 5 - En Mundo

​Era 1902 y las comunicaciones electrónicas de la época eran con telégrafo y una compañía tenía casi todo el mercado: Marconi.

Era mucho antes de las leyes antimonopolio y por aquél entonces la empresa de Guglielmo Marconi quería destruir a la competencia que copiaba su invento y tuvo una idea bastante inteligente: estaciones marítimas de telégrafo inalámbrico. 

Pero ¿Cómo hacer para que nadie le sacara ventaja? Sencillo: que los operadores se negaran a pasar mensajes enviados con radios que no fuesen... Macroni! Pero ¿Esto no es un abuso? Pues sí...

La razón para negarse, salvo casos de emergencia, era porque Marconi consideraba que todos los competidores estaban violando las patentes de él, que era el inventor. Un poco de razón tenía, pero los sistemas de patentes no son globales, por ahí tenía la patente en un país pero no en otra, no existía una legislación ni derecho internacional que solucionara el inconveniente.

Su solución fue monopolizar el Atlántico y las estaciones que lo rodeaban, así si un barco enviaba un mensaje lo "pensaría dos veces" antes de comprar un equipo que no fuese Marconi.

En 1901 un barco amarrado en Nantucket, Massachusetts, fue el primero en brindar el servicio que servía a barcos que cruzaban el océano y se aproximaban a New York. De ahí en más Marconi empezó a crear estaciones de transmisión en toda la cosa Este de los EEUU logrando el monopolio del servicio.

Fue en 1902 que el problema quedó en evidencia cuando el buque alemán de pasajeros SS Deutschland de la Hamburg America Line, el cual estaba equipado con una radio Slaby-d'Arco, chocó con las "reglas" de Marconi.

Uno de los pasajeros era ni más ni menos que el príncipe Heinrich de Prussia, el hermano de Káiser alemán, intentó enviar un telegrama inalámbrico para agradecerle al presidente norteamericano Theodore Roosevelt por la hospitalidad en su estadía en el país.

La estación de Nantucket se negó a aceptar el mensaje porque el buque no tenía una radio Marconi, negativa que se repitió por la antena de Lizard en el sur de Cornwall, en Inglaterra.

Se imaginarán que el príncipe estalló de furia  ante el incidente y el error de Marconi, de no entender que por ahí no era un buen acto de relaciones públicas negarle un mensaje al hermano heredero de un rey, abrió la discusión internacional ¿Estaba Marconi haciendo lo correcto?

Apenas habían pasado unos años desde la invención de la radio para transmitir mensajes, era todo muy nuevo, pero la disputa internacional empezó a establecer las reglas de las telecomunicaciones que nos hace poder leernos hoy en día.

El gobierno alemán envió diplomáticos pidiendo para la participación de lo que fue la primera conferencia sobre telegrafía inalámbrica. En 1903 se juntaron en Berlín a discutir los representantes de Alemania, Austria, España, Estados Unidos de América, Francia, Hungría, Rusia, Reino Unido y de Italia. 

De allí se generó un protocolo donde se requería que toda comunicación costera debía pasarse independientemente del fabricante, pero pasaron unos años hasta la Convención Internacional de Radiotelegrafía de 1906. En esta otra se definió un protocolo completo, regulaciones y hasta la propuesta alemana que hoy en día todos conocen: el SOS.