No quiero ser pesimista...pero desde el "Que se vayan todos!" del 2001 hasta aquí no se fue nadie...dudo que una piña bien puesta cambie algo...bah...si seguro cambia algo...no se van a exponer mas por un tiempo...solo eso
Demostración vulgar de poder
El ministro aparece en escena, sabe que con su rápida aparición los ánimos se calman, se pone del lado de la "gente" y como proyecta poder nadie le va a decir nada, van a "arrugar".
El ministro recibe puños, una paliza, nadie lo respeta, lo tiene que sacar del lugar la policía, el castigo recibido parece excesivo pero ¿Qué significaba para los que protestaban su presencia? Al parecer nunca pudo predecir su destino, no lo esperaban para abrazarlo sino para molerlo a golpes.
¿Por qué los políticos ya no pueden leer los ánimos de la gente?
El caso de Berni es un ejemplo de lo que poco a poco se está desatando, el desprecio habitual por la clase política se combina con la falta de miedo ante las consecuencias de actuar.
Si un criminal puede salir libremente cometiendo delitos más graves ¿Por qué me van a encarcelar a mí por una piña? Tendré de mi lado, siempre, al pueblo, las masas, la revuelta popular es siempre eso, popular, no privilegiada.
Durante estos días muchos se desgarrarán las vestiduras hablando de "no se justifica la violencia" o "esto está mal", pero son salvadidas para quien está hablando (usualmente un periodista ensobrable) y no un mensaje sincero.
La violencia está mal, pero es una consecuencia, no una causa. Se llega a la violencia y no por acto de magia.
Berni fue a presentar un show, un show que ya no es creído ni aceptado, un show a destiempo, un colectivero muerto, tres colectiveros muertos, año electoral y aparecer a dar un show de macho-man, todo un cóctel que podía haber notado que le iba a salir mal.
Sin custodia, sin saber quién lo esperaba, sin esperar la piña que lo dejaría casi K.O.
Las piñas provienen, casualmente, de sus "bases", el peronismo duro gremial, ese que un día te eleva al poder y al otro te caga a trompadas. Pero también se hartan porque, al fin y al cabo, son los que ponen el cuerpo todos los días en la calle, no Berni, ellos.
El tipo se dedicó a hacer un show permanente, mostrarse militar, policíaco, con uniforme y armas que no le corresponden, todo el sueño del milico frustrado que nunca fue, creyendo que podía inventar su imagen y un personaje que ya nadie compra.
A punto de ser linchado la Policía de la Ciudad fue la que intervino para salvarlo, la policía rival, la propia tardó 20 minutos en llegar.
El ministro, luego de recuperarse, no dudó en ir a los medios a acusar a quienes lo habían rescatado, a los rivales, a hacerse nuevamente el macho. No puede leer la calle, la calle lo cagó a trompadas.
Ya no pueden caminar tranquilos, va a necesitar custodia como casi todos los políticos, su inacción, o su acción sobreactuada, no resolvió ni uno solo de los problemas de la provincia en la que es ministro.
Hay más delincuencia, hay más muerte, más balas, más chorros. Él es el ministro, él es el responsable al final de todo, sus usuales demostraciones vulgares de poder se encontraron con una piña, merecida aunque ilegal.
El show del macho terminó.
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Comentarios
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Tiene toda la pinta de que se esta gestando algo como el 2001, pero los que gobiernan son otros y saben como silenciar a los que pueden iniciar el quilombo.
El 2001 fue una oportunidad desaprovechada por todos los ciudadanos, calculo que si se genera algo parecido, va a ser mucho más grave que el 2001, ya se aprendió que no se van tan fácilmente.
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No creo que no puedan leer los ánimos. Su objetivo es manipular y retener el poder, que representa muchos $$$$. Si, saben, pero no coincide con su interés. Es tanta la decepción que si los viera sin vida, pensaría que están fingiendo.
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En mi opinion, lo único que falta para que esto explote, es que alguien encienda la mecha.
La gente esta cansada de siempre lo mismo, y como comenta Fabio ya no hay miedo ni respeto a la autoridad "Si un criminal puede salir libremente cometiendo delitos más graves ¿Por qué me van a encarcelar a mí por una piña?".
Ayer no vi a nadie con la cara tapada, me parecio un reacción ante tanta soberbia. -
A lo largo de la historia lo que demostró que funciona es voltear (y enterrar) a unos cuantos y el resto se cuida por un tiempo. Acá no va a pasar porque los que son capaces de organizar y movilizar están alineados con el gobierno y el resto no somos violentos y no estamos encumbrados detrás de un líder. Los que realmente la están pasando mal están rodeados de extorsionadores.
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La distancia entre lo que los políticos ven y lo que realmente le pasa a la gente es abismal. Viven en otro mundo, pareciera que sufren de un síndrome producto de la enfermedad que les da el poder y las ansias de inflar su ego hasta el infinito. Berni se pasó de boludo pero cuántos de estos hay que se creen que todo el mundo los ama? Alguien debería ocuparse de estudiar en serio el tema para que algún día podamos procurar que los que gobiernan puedan tener los pies en la tierra, sea con un análisis psicotécnico obligatorio para asumir el cargo, o que durante su mandato tengan que mantener sesiones de terapia para volverlos a la realidad, o algo así.
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Hasta cuando seguiremos creyendo en los vendedores de ilusiones? En sus discursos vacíos de contenido, en sus eslóganes, en sus mentiras, en el clientelismo, en sus falsas sonrisas, en sus publicidades engañosas, en sus espureos arreglos? Hasta cuando seremos tan ingenuos, tan crédulos? Son penosos
Solo sirven para enriquecerse y perpetuarse en el poder. Y a la hora de proclamar la democracia ellos eligen a su conveniencia y placer en las mesas chicas y nos presentan un candidato para que lo votemos. Esto no tiene nada de democrático. Me reitero: seguiremos creyendo en los vendedores de ilusiones?
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Este año está duro para votar... digo, para los que intentamos ver a quién votar, los que tienen voto automático no tienen este problema.
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En el mismo video. Antes del ataque a berni. Uno de los chóferes se come un escudo policial. La violencia fue de ambos lados. Suerte que no escaló a mayores. Los argentinos somos demasiado tranquilos.