De los baliceros a los doblefila con lugar
Rant de conductor de ciudad, aunque si sos peatón seguro los has visto, hay dos especímenes que estan colmando las calles de la ciudad y ambos por una misma razón, o al menos eso parecería.
Por un lado los "baliceros", gente que recorre cuadras y cuadras con las balizas encendidas como reclamando que lo dejen tranquilo en su exploración interminable por un espacio donde ubicar su vehículo. No les importa absolutamente nada ni nadie, su falta de respeto y comprensión al contexto que los rodea es absoluta, se sienten en derecho, protegidos por esas luces que titilan en un incansable ritmo clack/clack.
Puede que tengan una fila de tres cuadras de autos insultándolos a bocinazos pero ellos creen fervientemente que sus balizas encendidas son todo lo que hacía falta para obtener un extraño privilegio sobrenatural de poder detener al mundo hasta que ellos encontrasen un lugar disponible. Aun cuando visiblemente no lo hay, no, eso de usar anteojos o de mirar el contexto es para tontos, ellos, al haber encendido la sincrónica iluminación, tienen el poder de cortar el tránsito a su antojo.
No importa si la calle es de un sólo carril o si es la quinta vuelta que dan para encontrar espacio, tampoco importa si es plena hora pico y estan transformándose en un cuello de botella. Son chicanas móviles que, para colmo, al posar su mirada sólo en el potencial espacio (que seguramente es un garage y no podrán ocupar) conducen sus vehículos de forma peligrosa e irregular pero a muy baja velocidad. Si no fuese por la señal lumínica serían confundidos con alcohólicos o ancianos escapados del asilo, pues no, son idiotas en edad de recibir una patada en la ingle.
Los otros que son una especie parecida pero no igual son los doblefila con lugar. Sencillamente gente que carece completamente de sentido común porque habiendo espacio donde detenerse deciden hacerlo en medio de la calle y dejar el automóvil ahí. No sólo a veces abandonando el vehículo sino que en ocasiones estan sentados en él, reciben mil bocinazos y aun así no entienden por qué los insultan (ni que se lo griten).
Si se detienen ¿Por qué no hacerlo en un lugar donde se pueda? Veamos, un garage de barrio requiere, en promedio, dos momentos del día libres, el resto nadie lo está usando, si es de un departamento multiplicar por la cantidad de hogares, pero si es casa el dueño de la misma rara vez lo usará más de dos veces. Detenerse momentáneamente en un garage (más si uno seguirá en el vehículo) no sólo es razonable, es estadísticamente improbable que alguien te moleste (aunque pueda suceder, te da tiempo de reacción sin molestar demasiado). Pero no, hay que hacer doble fila porque por alguna razón sienten que eso es más válido.
Algunos llegan al extremo de detenerse en doble fila cuando hay lugar para estacionar. Así, en modo "yo freno delante de la dirección y el resto me importa un carajo" literalmente.
Y premio final para los doblefila en zigzag, esos son, por lejos, los genios coordinados de la calle, uno tiene que esquivarlos como sea, y a veces hasta estan bloqueando el paso, porque por alguna razón consideran que "igual pasan" es suficiente. Más de una vez algún camión les hizo saber que no era así.
Todo esto resume un poco un comportamiento habitual en la sociedad citadina: el prójimo importa un bledo. El chupahuevismo es clave para entender este fenómeno, el de al lado no existe, gente que vive la vida considerando que el contexto debe someterse a ellos y no al revés, como si un aura especial los cubriera, hasta que la fría realidad de un rayón violento en el guardabarro los vuelva a tierra y el papeleo del seguro les demostrara que, al fin y al cabo, no estaban solos en la calle.
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