Le salió para el tuje :D
Muertes Curiosas: El terrorista más sacrificado por la causa
Es difícil contar una historia tan particular como la de Abdullah al-Asiri pero su deceso fue excesivamente escatológico como para ser omitido.
Como muchos jóvenes islámicos Abdullah había sido captado por la red Al Qaeda y su devoción por una particular visión del Islam lo había llevado a aceptar la idea de martirizarse para cumplir con una meta mayor. Pero su muerte quedaría asentada en la historia (cuac) por su particular método de ejecución tanto por su inefectividad como por su legado...
A los 23 años, viviendo en Arabia Saudita y sin suficiente dinero, su perspectiva de futuro con esposa e hijos era prácticamente nula. Pero la promesa de 72 vírgenes en el más allá daban como resultado una decisión más que contundente, el sacrificio lo llevaría al paraíso que jamás obtendría en vida.
Su hermano mayor, Ibrahim al-Asiri, lo había convencido y ambos viajaron a Yemen en 2007 y para 2009 había conseguido algo en la vida: aparecer en la lista de los terroristas más buscados.
Ese mismo año su objetivo fue acabar con la vida del ministro del interior, el príncipe Muhammad bin Nayef, pero engañándolo para poder acercarse a él.
El engaño consistía en “entregarse” al mismo ofreciéndose para un plan de recuperación de terroristas, pero además aprovechando el Ramadán y una vieja costumbre árabe, ir a la puerta de la casa de bin Nayef para desear “buena suerte”.
Es costumbre en la región acercarse a la puerta de la casa de un vecino y repartirse bendiciones y al-Asiri aprovechó el momento esperando en fila afuera del domicilio del ministro.
Su hermano había preparado medio kilogramo de PETN, un explosivo plástico, y un pequeño circuito para detonarlo junto a un teléfono celular. Como era de esperar la custodia de bin Nayef revisó a cada uno de los “deseadores de buena suerte” y Abdullah pasó sin problemas los detectores de metales.
Cuando Mohammed bin Nayef se acercó Asiri se detonó. El problema mayor para Asiri era el lugar donde había escondido la bomba: en su recto.
Esta original forma de inmolarse había resultado perfecta para sortear los controles, la seguridad había fallado, pero sus intestinos también ya que la explosión apenas lastimó a su objetivo, sólo Asiri explotó.
¿Qué había fallado? Tan particular escondite había hecho las veces de escudo y colchón contra la explosión, el único en irse al más allá terminó siendo al-Asiri y su bomba rectal.
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Comentarios
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:chock: Increíble.. Según lo que leo en nytimes, encima el tipo tropezó y al caer se
detonó. Yo creo que el premio Darwin le queda corto.
De imaginar como quedó todo después de la explosión me da como escozor :D