Quema de libros



Una práctica habitual durante siglos fue la quema de libros para ocultar, negar o reprimir ideas. La humanidad ha perdido mucho con esta práctica que normalmente viene de la mano de fanáticos de algo ejerciendo poder sobre pensadores no tan fanáticos de nada.

Es uno de los tantos problemas del fanatismo, puede ser religioso, cultural, político, pero en todos los casos el comportamiento es el mismo y el objetivo similar, eliminar la opinión, suprimir el pensamiento, impedir que alguien exprese lo que piensa o desea creyendo que de esta manera nadie podrá pensarlo.

Pero las ideas no estan por los libros, los libros son la materialización de una idea, las mísmas también se mueven de boca en boca, nacen del espíritu libre de los hombres, las ideas difícilmente puedan ser quemadas.

Tanto proyecto de ley para Internet me hizo recordar a eso hace unos días con el tema de SOPA, si sumamos PIPA, ACTA, DMCA, Sinde y tantas leyes que pretenden quemar los libros de Internet este twitt que hice hace un mes cobra sentido:



Pero ¿es muy común en la historia la quema de libros? así es, paso a contarles un poco la historia detrás de esta detestable práctica...



Mucho antes de la invención de la imprenta de tipos de Gutemberg, ya en China, habían empezado a hacerlo. En el 212 antes de Cristo la dinastía Qin sintió que los libros de los intelectuales eran herejes y les afectaban políticamente así que mandaron a quemar los disidentes... libros Y disidentes :P

Alejandría era famosa por su biblioteca pero tuco un par de razzias para limpiar de libros heréticos, en el 292 Diocleciano ordenó quemar los de Alquimia, en 367 Atanasio , el obispo de Alejandría, emitió una carta exigiendo a los monjes que destruyeran todo lo que no fuese aceptable, canónico, básicamente acorde al cristianismo. Más allá de eso no hay datos si los monjes le dieron bola, pero la onda estaba firme, borrar del mapa todo aquello que pudiese ser contrario a lo que el obispo vendía.

Recaredo, rey visigodo entre el 586 y 601, que fue el primer rey católico de España, ordenó que los libros arios sean coleccionados y quemados así como las casas donde los encontraron, ah, los métodos antiguos, si vas a quemar, quemá todo.



En 1193 los musulmanes turcos al mando de Bakhtiyar Khalji invadieron Bihar en la India, allí había un centro de estudios llamado Nalanda que poseía una gran biblioteca en la universidad, las historias cuentan que de tan completa que era la biblioteca ardió durante tres meses, si, también quemaron y saquearon todo, como que no les iba la idea de la educación.

En 1242 la corona francesa ordenó quemar todas las copias del Talmud (el libro religioso judío) en París, unas 12.000 talmuds fueron encontrados "culpables" en un juicio que se llamó "el debate de París". Incitado por el papa Gregoio IX, el rey francés Luis IX tuvo que hacerlo, otra no le quedaba claro, no fue la única oportunidad de quemar el Tlamud, claro.

Inocencio IV, Clemente IV, Juan XXII, Pablo IV , Pío V y Clemente VIII en un plazo de 300 años ordenaron sendas quemas del Talmud, la invención de la imprenta en 1450 transformó en casi imposible quemar todas las copias del Talmud así que de ahí en adelante sobrevivió a esta práctica.

En España Torquemada promovió la quema no sólo de gente si no de libros árabes y judíos, más aun ante la caída de los moros en Granada en 1492

Un caso muy conocido es el de la Hoguera de las Vanidades, el nombre no es solamente el de una película actual, es el de una hoguera de libros en Florencia luego de que el cura Girolamo Savonarola juntó y quemó libros y objetos que consideraba inmmorales, básicamente lo que se consideraba pornografía para la época, libros paganos, mesas de juegos (ajedrez, etc), cosméticos (!), copias del Decamerón de Boccaccio y todas las copias de las obras del romano Ovidio famoso sobre todo por sus obras Arte de amar y Las metamorfosis.

Las quemas religiosas eran muy comunes más aun en la época de las traducciones de la biblia y el cisma cristiano. En 1526 la traducción al inglés del nuevo Testamento por parte de William Tyndale fue quemada por el arzobispo de Londres, el trabajo de Angelo Carletti di Chivasso como teólogo enojó tanto a Martín Lutero que éste quemó sus libros, pero curiosamente fueron las escrituras de Lutero las que irritaron a los católicos en alemania, más cuando tradujo él mísmo al alemán la Biblia, guerra de los treinta años incluída.



También en pleno cisma hubo unión entre protestantes y católicos... para quemar los libros y al mismísimo Servetus por escribir cosas que todos consideraron herejes, en 1553 no se salvó mucho salvo tres copias de libros que luego fueron reeditadas.

Hubo quemas que no fueron intencionales si no que lamentablemente se quemaron por razones de fuerza mayor, el incendio de Londres de 1666 quemó media ciudad entre todo sus bibliotecas, en 1697 el castillo real sueco Tre Kronor se quemó y con él toda la librería nacional y el archivo, en 1940 una bomba alemana cayó justo donde estaban los libros en el British Museum quemando más de 400 libros y eso que no era la intención germana en esa ocasión.

Uno que me divierte con los fanáticos del fin del mundo en el 2012 es que en 1562 Fray Diego de Landa mandó a quemar todos los códices y libros sagrados Mayas, imagenes de sus cultos e ídolos, a toda la boludez del 2012 le faltan estos 100 libros mayas para poder interpretar y entender esta cultura en vez de inventar un fin del mundo que, si alguna vez predijeron, terminó en cenizas :D

Es tal vez el siglo XX el que más sorprende y duele con la quema de libros por su proximidad, cabe aclarar que en 20 siglos no hubo uno sin quema de libros, el XX no fue la excepción.

Lo más famoso es tal vez la quema de libros durante el régimen nazi, el 10 de mayo de 1933 en la Opernplatz de Berlín quemaron obras de Albert Einstein, Vicki Baum, Bertolt Brecht, Heinrich Heine, Helen Keller, Thomas Mann, Karl Marx, Erich Maria Remarque, Frank Wedekind, Ernest Hemingway y H.G. Wells entre otros, unos 25.000 libros fueron hechos cenizas a las órdenes del ministro de propaganda Joseph Goebbels. Entre 1930 y 1940 quemaron casi todo lo que se podía "oponer" o ser "anti nazi".



Curiosamente en 1946 con toda Alemania ocupada por ingleses, americanos, franceses y soviéticos hubo una contra-quema en este caso de todo material pro-nazi.

Los franquistas al tomar Barcelona entraron en la biblioteca de Pompeu Fabra al grito de ¡Abajo la inteligencia! y quemaron todo.

En 1940 cuando los alemanes toman Bélgica quemaron unos 900.000 libros en la unviersidad de Leuven, ya en la primer guerra habían quedado 300.000 libros en cenizas allí mísmo. Por cuestiones estadísticas nunca guarden un libro en Leuven :P

Los japoneses hicieron algo parecido al invadir China en medio de la Segunda Guerra, en casi toda universidad o ciudad grande quemaron todo lo que había disponible, una limpieza cultural total.

Casi todas las bibliotecas de Polonia fueron quemadas por los alemanes con la total intención de eliminar la herencia histórica polaca, una práctica muy común hasta esos años donde se buscaba destruír la herencia de un pueblo para así poder asimilarlo y conquistarlo.

Los mísmos alemanes vieron sus bibliotecas destruídas por los bombarderos aliados donde tan sólo en la Berlin Staatsbibliothek dos millones de libros se quemaron.

En los EEUU en plena guerra fría y Macartismo quemaban libros que el senador Joseph McCarthy consideraba pro-comunistas, ni hablar de la persecusión que hubo contra todo aquel que él señalase como commie.

La revolución cultural China movilizada por Mao Tse Tung, quemaron muchísimos libros que representaban la cultura tradicional china considerando que al ser el pasado era algo malo e imperialista, hoy en día se la pasan tratando de remontar la herencia histórica en el nuevo cine chino, pero en 1966 trataron de destruír todo lo que les haga recordar las viejas tradiciones.

Sudamérica tiene una historia reciente de quema de libros, ya en Brasil en 1964 luego del golpe de estado del General Justino Alves Bastos ordenó la quema de libros "subersivos".



En Chile desde el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 se quemaron miles de libros y desde 1976 en Argentina comenzó la quema de libros "marxistas".

En 1976 en Córdoba el interventor de la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano, el teniente primero Manuel Carmelo Barceló, "filtró" la biblioteca y quemó ejemplares de Margarita Aguirre, Pablo Neruda, Julio Godio, etc. El general Jorge Eduardo Gorleri quemó libros "subversivos" en la misma provincia, nombres como León Trotsky, Mao Tse-Tung, Ernesto Che Guevara, Fidel Castro, Juan Domingo Perón eran mala palabra.

En Rosario usurparon la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil, 55.000 volúmenes, intervenida y sus miembros detenidos ilegalmente.

En abril de 1976 el tristemente famoso Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército, ordenó quemar libros de Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa, Saint-Exupéry, Galeano, etc.

Dijo: "a fin de que no quede ninguna parte de estos libros, folletos, revistas... para que con este material no se siga engañando a nuestros hijos". Y agregó: "De la misma manera que destruimos por el fuego la documentación perniciosa que afecta al intelecto y nuestra manera de ser cristiana, serán destruidos los enemigos del alma argentina". (Diario La Opinión, 30 de abril de 1976)

Como verán, una historia terrible intentando por todos los medios de quitar y destruír cultura y aun así sobrevivió, es increíble como el humano logra sobreponerse a esto, pero también como sistemáticamente cada cierta cantidad de tiempo vuelve a tropezar con la misma piedra!

Ninguna de estas quemas logró su cometido, la gente no dejó de pensar ni de escribir. Llegó Internet y con este medio una posibilidad tan temible como la imprenta de Gutemberg: que todos ya no sólo puedan leer si no que también puedan escribir.

Los intereses tocados son siempre los mísmos y leyes restrictivas tratarán de negar lo inevitable, más de veinte siglos de quemas de libros no alcanzaron, evitemos que las leyes sean una quema final, pero ya sabemos que igual no podrán, mientras existamos a alguno se le ocurrirá una idea y la pensará, eso ya es suficiente Guiño



Hay un libro que más de uno de ustedes ya conoce llamado Farenheit 451 de Ray Bradbury, 451°F es la temperatura en la que arde el papel, pueden buscarlo aquí o leerlo aquí

Fuentes: El Ortiba, Wikipedia 1, 2, 3

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