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Los catálogos de prostitutas inglesas
Esta nota parecerá salida de Borat, pero les juro que es verdad, hace muchos años, en pleno siglo XVII en un Londres fétido y lleno de bajo mundo, los hombres necesitados iban en búsqueda de placeres carnales y necesitaban cierto tipo de guía para no terminar degollados en los barrios oscuros.
He aquí que varios caballeros de la noche escribieron libros dedicados a las mejores opciones que los prostíbulos de mala muerte podían ofrecer, algo que hoy en día, ya "deconstruidos" miraríamos con horror, pero no sin curiosidad.
Ya había escrito anteriormente sobre la prostitución londinense, en particular la historia de cuando, en el siglo XIV administraban la profesión más antigua del mundo desde el obispado.
Pero esto es posterior, luego de que el Obispo perdiera ese control la prostitución fue prohibida y censurada, los protestantes la consideraron una abominación y la práctica pasó de ser algo regulado, limpio y seguro a una experiencia peligrosa, donde las prostitutas eran maltratadas y consideradas prescindibles, y hasta los clientes eran vistos como criminales por la ley.
El primer caso de estos textos que me encontré fue una guía publicada entre 1760 y 1794, el sugestivo nombre casi que lo dice todo: "Harris's List of Covent Garden Ladies", y si se publicó por tantos años por algo debe ser, a dos chelines y seis peniques se vendían alrededor de 8000 por año, la imprenta de Gutemberg había logrado maravillas.
En ese pequeño libro de bolsillo se describían tanto el aspecto físico como las especialidades sexuales de unas 120 a 190 prostitutas que trabajaban alrededor de Covent Garden.
En la mayoría de los casos se halagaba a la dama en cuestión, en algunos pocos se advertían comportamientos inapropiados, y unas pocas eran tratadas como parias, posiblemente alguna que no le otorgó un descuento a uno de los desconocidos autores.
Se suele considerar el autor del listado a Samuel Derrick, pero los autores reales eran muchos más, ya que Derrick falleció en 1769 y el libro continuó hasta 1794.
Luego de muchos años de éxitos la moralina le cayó con la fuerza de la ley a los autores y la imprenta y terminaron todos presos en 1795 dando fin a esta particular "obra" literaria.
¿Quieren ver cómo era? Pues aquí encontré una edición en Archive.org
Pero la lista de Harris no fue la única, de hecho, es posible que estuviera inspirada en una con un nombre menos metafórico: "The Wandering Whore", bueno, sí, no se molestaron demasiado 😁
Durante la etapa más liberal de la Restauración, de 1660 a 1661, un autor anónimo publicó cinco ediciones de este particular texto donde se hacía una reseña de los distintos puntos donde se comerciaba con gente en cabarets de Fleet Lane, Long Acre y Lincoln's Inn Fields.
En este texto se encontraba la "segunda mejor prostituta de Londres", y ahí es donde Sacha Baron Cohen debe haber tomado la inspiración, porque existió y hasta es conmemorada con una placa no oficial, la señorita Priss Fotheringham.
Dato no menor es que Priss tiene su propia entrada en Wikipedia y murió millonaria, eso sí, de sífilis, algo totalmente esperable en esa época y con semejante profesión.
The Wandering Whore estaba más escrito como si fuese una "advertencia" sobre los lugares a donde "no ir", con doble guiño aquí, su prefacio juega con eso como si fuese un deslinde de responsabilidad legal, jejeje:
Courteous Reader,
Take notice, That the Publisher hereof hath not intended the Dialogues, for the encouragement of Vice and Profaneness, although some dishrelishing [disrelishing] passages do occur, according to their language, which cannot be omitted; but to discover the persons, who like Spiders, watch all opportunities for trappanning [entrapping], as hath been discovered by a late Conversant among them.
Farewel, and beware.
En este texto "hablan" cuatro personajes:
"Magdalena, a Crafty Whore, Julietta, an Exquisite Whore, Francion, a Lascivious Gallant, and Gusman, a Pimping Hector"
Estas no fueron las únicas publicaciones de este tipo, inclusive eran extorsivas, algunas exigían a las profesionales un dinero para cambiar la reseña por algo más elogioso y positivo, una forma de publicidad moderna con la típica extorsión que no ha dejado de existir.
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