Wokes sensiblitos: tapando el sol de la realidad con un dedo

03/05/2021 - 10:53:43 por Fabio Baccaglioni - 3229 - 8 - En Actualidad

Un comentario que disparó una serie de pensamientos, un comentario que decía mucho pero con pocas palabras. Un comentario aplicado a un video que era un documento histórico pero que "hacía sentir mal" al comentarista. Un reporte para tratar de censurar.

Estas pequeñas cosas se van acumulando y transforman nuestra cultura. El año pasado citaba al filósofo Peter Boghossian quien había escrito un decálogo donde este tipo de cosas quedaban expuestas. Si algo le molesta a un "sensiblito" éste pedirá a gritos ocultarlo sin importar siquiera si es la verdad, si son hechos, si es la historia o la vida misma.

Me sucedió en un video en Youtube, el comentario tan sólo decía "reportado", ¿qué significa? Entre los sensiblitos es el portado de "este contenido lo reportaré como algo malo que debe ser borrado".

El video en cuestión es un documento que usé en un post, un video de la época en la que lanzaron gatos al espacio realizando las primeras pruebas de este tipo en Francia. Los gatos, pobres ellos, no sólo fueron los objetos de prueba sino que, además, se les incorporó una serie de electrodos en el cráneo de una forma un poco truculenta aunque lo habitual de la época (años 60). Es tan sólo eso, un documento visual e histórico, hechos.

Tapar los hechos, que no se muestren, que no se difundan, porque lo que sucedió hace 50 años no me gusta, "me ofende", me hace sentir cosas.

Esa es la escencia y es muy interesante lo que sucede porque esta generación de niños débiles va aprendiendo las técnicas del totalitarismo buscando censurar lo que no le guste o afecte.

Por ejemplo el "reportar" es muy usado y se suele buscar una masa crítica importante de "reportadores" para anular y lograr lo que en inglés se llama "deplatform".

Básicamente se trata de quitarle lugar y espacio en redes sociales a aquél que diga algo que no les guste. Censura total aprovechando los mecanismos abusables de los sistemas automatizados. Si conseguimos muchos "votantes" en contra, denunciantes o reportadores, podremos remover cualquier contenido porque las plataformas apelan a algoritmos para resolver disputas. Es decir: ningún humano revisa qué se está denunciando.

Aprovechando esta vulnerabilidad innata de las redes es muy fácil cambiar la representación de los hechos, volver a contar el pasado, reescribirlo y reordenarlo. Igual que lo que harían los fascistas o los comunistas pero sin que éstos ni siquiera tengan que internvenir: la horda de sensibilitos lo hace por ellos.

Estos mecanismos son aprovechados por regímenes totalitarios y por wokes por igual, China tiene una tropa digital dedicada a esto, el kirchnerismo en Argentina también (traten de editar algo en Wikipedia que los afecte, ja!), pero hasta ahí podemos decir que son agentes "esperables". No me extraña, y hasta es lógico, que un régimen autoritario busque reescribir lo que se dice de éste y aproveche los recursos de su enemigo para sacarle provecho y lograrlo.

Aquí, en cambio, es diferente porque son individuos que no saben qué estan haciendo exactamente y su "sensibilidad" los lleva al terreno del autoritarismo, la negación de los hechos, el neopuritanismo y la segregación "por hacer el bien".

Para verlo en contexto: imaginen que en el futuro una gran masa de sensiblitos se siente profundamente afectada por imágenes del holocausto. Tan duras son de ver que primero van a solicitar carteles avisando, luego le van reclamar a la plataforma que las publique que no las monetice. Después pedirá que las remueva y más tarde... ya no hay más tarde porque acabás de ocultar los hechos y la realidad por tus "sentimientos" ofendidos.

Años pasarán y se volverán a cometer los mismos crímenes porque, si miramos hacia el pasado, las sociedades que permitieron el ascenso al poder de los regímenes totalitarios más nefastos se comportaba exactamente igual. Demandaba a gritos un líder que les diera un mundo mejor a fuerza de discurso bonito, que le dijera lo que querían oír y nada de la realidad. La negación de la realidad es mucho más agradable que los hechos.

Tal vez dirán, y con cierta razón, que nuevamente estoy exagerando pero es normal: lo exagero un poco para que se entienda el camino que se está tomando.

La semana pasada, por ejemplo, un colegio en los EEUU decidió separar a alumnos blancos y negros para darles un "curso" sobre racismo y segregación. Es decir, segregaron para tratar de ser "buenos", apartheid de ideas, a los blancos enséñenles algo distinto que a los negros. Hasta los alumnos más wokes reaccionaron negativamente a la idea ¿Qué mierda les pasó por la cabeza?

Es tan sólo un ejemplo de la enorme cantida de errores que se cometen en pos de un "mundo mejor", o como dicen siempre, el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones (y cadáveres).

Esta actitud policial censora del "reporte" la he visto en acción en numerosas ocasiones, desde los casos en los que obligan a una marca a arrastrarse como a Evián porque tuiteó sobre tomar agua justo en el Ramadán, como si porque una secta pequeña (en Francia no son más del 12%) hace ayuno los ofendía a ellos personalmente (no tomes agua, no seas pelotudo), hasta a "wokes" persiguiendo a alguien que dijo algo en un red social creyendo que iba para sus amigos y lo replican hasta exponerlo como un criminal de guerra nazi hasta hacerlo perder el empleo usando la fuerza de las masas "reportando" al empleador.

Son una horda y la horda no te pertenece, la horda está completamente desbocada porque a nadie le importa ponerle un freno y cuando el freno llega son ellos los que reclaman censura. Y tengan en cuenta que así como nos burlamos de los terraplanistas y los antivacunas otros les dieron espacio y ahora los tenés por todos lados. Esta movida cultural "woke" se ha ido esparciendo a todo el mundo y los más chicos son vulnerables a esta idiotez sensiblera que se torna en totalitarismo rápidamente.

Pero he aquí la regla máxima que hay que aplicar siempre con todos los fascistas: no estás obligado a darle libertad de expresión a quien pretende, con ella, quitártela a vos.